MagnÃfico, excelso, increible.
:plas: :plas: :plas: :plas:
Hoy el panfleto nos dedica una nueva exposición del decálogo del buen periodista by MLS.
Es una joya que debeis ver:
MANUEL LÓPEZ-SUEIRAS Pocas contrariedades le quedan ya por sufrir este año al Zamora CF después de la mala suerte que tuvo ayer al encajar un gol absurdo en el tiempo de prolongación de la segunda parte tras un partido en el que el equipo de Beto volvió a apuntarse a la seriedad, a la coherencia que tanto habÃamos echado de menos hasta hace bien poco.
Porque éste comienza a ser otro Zamora, un Zamora que no da concesiones a su rival, que se construye de atrás hacia adelante y que sabe ser letal cuando es necesario, como ayer lo fue Yago para marcar un gran gol demostrando la cantidad de pólvora que atesora en sus botas.
El delantero gallego no fue más que la punta de lanza de un equipo que ayer recurrió a un sistema 4-1-4-1 para hacer frente a uno de los conjuntos que peor se lo hicieron pasar en la primera vuelta, pese a que no lograse sacar nada positivo de su visita al «Ruta de la Plata». El Montañeros volvió a ser un equipo que mueve muy bien el balón en el centro del campo de la mano del ex rojiblanco Moisés Pereiro y de su compañero en el medio centro Julien; y que posee calidad y velocidad para hacer
año(2009, 2010, 2011...) delante.
Pero el Zamora fue un equipo bien distinto al que hace escasas jornadas naufragaba a poco que su rival le apretase las tuercas, como pudo haber ocurrido ayer en el único despiste de la cobertura rojiblanca cuando Rubén Rivera cogió la espalda de la defensa y tan sólo una mano providencial de Félix Campo impidió que marcase en
primer (masculino singular, como la canción de Rosendo) instancia, y tampoco el larguirucho Romay acertó en el rechace del portero salmantino.
Fúe (llana y acabada en vocal, es lógico)la única oportunidad clara para un Montañeros que se caracteriza este año por su potente ataque, porque
en frente (se recomienda poner enfrente, aunque vale en frente, lo que desconozco es que MLS sepa la doble posibilidad) tuvo ayer un rival que le ató las manos, sobre todo
ene(al menos en la edición digital esta falta ya la quitaron) la zona de creación. Beto colocó una barrera presionando muy arriba que formaron Edu Roldán y Juan Carlos Duque para impedir que Pereiro y Julien conectasen con sus
hombre de arriba. Por detrás,
Juan Carlos Granado (un nuevo fichaje del Zamora CF) establecÃa un segundo control de la franja ancha.
El único punto flaco de esta disposición defensiva llegaba en la banda derecha, donde Curro confirmaba que no es el suyo el puesto de lateral. Pero la cosa funcionaba más que dignamente.
Y es que si este Zamora amarra bien su juego atrás, el resto le resulta mucho más sencillo porque calidad le sobra en la parte de adelante. Su mayor tesoro sigue siendo su juego por las bandas al que ayer se sumó bien VÃctor Gomis con buenos centros desde la izquierda, pero, sobre todo, de la mano de esos dos diablos de la banda que son Iker Alegre y David Ferreiro.
El asturiano crece mes a mes como jugador y ya resulta difÃcil verle dudar como hacÃa antes a la hora de discernir entre llegar hasta la lÃnea de fondo, centrar o disparar a puerta. Suyas fueron varias acciones en las que desbordó claramente a la defensa coruñesa casi siempre doblada para intentar pararle, pero no acertó, ni en el pase final, ni en el lanzamiento desde lejos, ni siquiera en una cabalgada desde su campo cuando el partido concluÃa. Corrió hasta agotar las fuerzas que le quedaban cuando ya discurrÃa el minuto 85, pero el defensa Dopico fue algo más rápido y llegó justo a tiempo para
obligarse escorarse (que también han cambiado en la edición digital)demasiado cuando ya tan sólo le quedaba por superar al portero Diego.
Yago Iglesias (gran goleador el nuevo fichaje) marcó en el minuto 47 el gol que parecÃa iba a dar los tres puntos al Zamora
Beto optó ayer por Yago para el puesto de delantero centro en detrimento de un Gerardo Masini que no habÃa estado muy acertado en Ponferrada. El media punta vigués cumplió con su cometido y, como los grandes goleadores, apareció cuando fue necesario, cuando menos se lo esperaba el rival y con la eficacia de los «killers» del área. Eso ocurrió en el gol que llegó desde la otra banda, desde el omnipresente David Ferreiro que le puso un balón de oro por alto que paró con la cabeza para marcar de tiro cruzado y raso el que era el primer gol del partido.
Yago no agotó ahà sus recursos porque estuvo a punto de sentenciar cuando, sólo ante el portero, no acertó a golpear el balón en torno al minuto 62. Terminó muy cansado el delantero que llegó al Zamora este verano procedente del Pontevedra y serÃa sustituÃdo por Masini. El argentino no tuvo tiempo para mucho aunque en una de sus clásicas acciones de presión logró un rechace que casi entra en la porterÃa tras una falta de coordinación entre la defensa y el portero coruñés en el que pudo ser el 1-2, todavÃa en el tiempo de prolongación.
Pero la gran estrella ayer del Zamora CF fue el lucense David Ferreiro, un jugador que está alcanzando una dorada madurez a base de sufrir con este equipo tan brillante sobre el papel y tan gafado sobre el campo.
Ayer Ferreiro fue el encargado de
hacer entrar en reacción (o se reacciona, o no, pero no se entra en reacción a no ser que Ferreiro esté experimentando con bases y ácidos) al conjunto rojiblanco con dos acciones consecutivas por su banda izquierda donde comenzó el partido (luego se intercambiarÃa con Iker Alegre varias veces). Poco después lo intentaba desde la frontal con un potente disparo que atrapó en dos tiempos el
portego (cambiada en la edición digital) del Montañeros, y todavÃa en el minuto 15 culminaba una brillante jugada personal de Yago con un disparo que no fue gol porque se encontró el pie de un defensor en su camino hacia el fondo de la porterÃa.
El
estremo (en galego) lucense fue perdiendo fuelle poco a poco, pero en todo momento estuvo atento al apoyo en los contragolpes, a la incursión por la banda o a la asistencia precisa.
Le costó más al Zamora funcionar durante los primeros 45 minutos, aunque fue en la primera parte cuando mejores ocasiones creó. Y la más clara de todas llegó en una jugada a balón parado. Por fin este Zamora comienza a dar miedo a sus rivales en forma de estrategia.
Fue Edu Roldán el que sacaba una falta y Goffin, imponiendo su envergadura fÃsica, remataba a bocajarro de cabeza fuerte y abajo. Pero, de nuevo el portero Diego estuvo muy acertado y atrapaba el balón cuando ya se cantaba gol. CorrÃa el minuto 24 y el equipo de Beto volvÃa a intentarlo a balón parado con un libre directo que lanzó Duque desviado.
Tras el descanso, y con el gol, los zamoranos se asentaron mucho mejor sobre el terreno de juego de hierba sintética de Elviña. Incluso se
permitÃa (si se asentaron, se permitÃan) el lujo de elaborar brillantes jugadas en ataque a base de rápidas triangulaciones como la que no supo culminar en gol Edu Roldán tras quedarse solo ante el portero.
José Ramón, el hermano de aquel Fran de la «zurda de oro» del «Superdépor», saltó de su banquillo casi por primera vez en el minuto 58 tras comprobar que su equipo no era capaz de hacer daño a un rival muy seguro atrás y cada vez más problemático en el balance ofensivo. Dio entrada a Niche para buscar más balones desde la media punta y a Rubén Pardo para asegurar una mayor profundidad que no habÃa logrado Romay hasta entonces. Pero muy poco cambiaron las cosas para el Montañeros que no encontraba la forma de llegar con peligro.
Y asà el tiempo se fue agotando al compás de los dos últimos cambios del Zamora CF, hasta que, cumplidos ya dos de los tres minutos de descuento que habÃa decretado Espiñeira Pello, apareció el invitado más inesperado, el lateral derecho
Angel (Ayy, las tildes...) Luis. El carrilero habÃa protagonizado ya varias acciones de peligro, pero siempre entrando por la banda en velocidad. Pero entonces supo aprovechar el rechace de un potente remate desde cerca de Pardo que repelió Félix Campo para marcar al segundo intento y desde muy cerca el gol del empate.
Fue uno de esos goles que duelen especialmente y que necesitan mucha cicatrización, la que tendrá que conseguir el equipo durante esta semana para afrontar la visita del Celta B el próximo domingo.